Las contraseñas son la llave que abre la puerta para utilizar todos nuestros servicios. Si nuestras contraseñas se ven comprometidas, los ciberdelincuentes podrían utilizarlas para entrar y suplantar nuestra identidad, realizar pagos en nuestro nombre, cambiar o acceder a otro tipo de información o a otras personas, entre otras cosas, por lo que merece la pena tomar una serie de medidas para nuestra protección.